La Ley del Corazón del Sujeto Neurocientista – por René Fiori – 2023/01/19

LA LEY DEL CORAZÓN DEL SUJETO NEUROCIENTISTA

Por René Fiori

2023-01-19


Hervé Castanet, en su libro, Neurología versus psicoanálisis[1], nos invita a releer el escrito de Lacan titulado «Observaciones sobre la causalidad psíquica»[2]. Lacan vuelve a la cuestión de la locura y, con la ayuda del caso Aimée de su tesis[3], la presenta como albergando un punto de equilibrio del sujeto, entre su actualidad y su virtualidad: la actualidad de su ser, que participa en el desorden del mundo, y la virtualidad de la ley de su corazón, que es la imagen invertida[4] sin que él reconozca su parentesco. Nos hace interpretación de esta otra referencia del libro: «Filosofía y filosofía espontánea de los científicos»[5], de Louis Althusser. Dicha filosofía espontánea de los neurocientíficos puede ser reformulada como la ley del corazón. A priori, no tenemos que tratar con personalidades del tipo Luis II de Baviera, o con la del rebelde «asestando su golpe contra lo que le parece el desorden del mundo»[6], sino con científicos respetados. En vista de la locura cientificista que estamos presenciando, surge la pregunta, sin embargo.

El acta de la audiencia pública abierta a la prensa el 26 de marzo de 2008 bajo el título «Exploración del cerebro, neurociencia: avances científicos, cuestiones éticas», organizada por dos eurodiputados, nos da el síntoma premonitorio[7]. Los directores de dos institutos de neurociencia ya activos, incluido Neurospin[8], el profesor Stanislas Dehaene, su futuro director, ya desarrollaron sus ideas sobre la lectura y la dislexia, insistiendo en la «decodificación»[9] de los estados mentales. La ley del corazón y su deriva están adornadas aquí con la máscara cientificista. Cabe recordar que el colectivo de conductos Pasde0de[10], al que se asoció la flamante asociación de psicólogos freudianos[11], nació de otro síntoma premonitorio: la publicación del informe del Inserm sobre «Trastorno de conducta en niños y adolescentes.»[12]

La deriva ética en la que se basa este informe tropieza con la agudeza clínica de algunos. Didier Sicard, profesor de medicina, dice: «Me sorprendió el hecho de que, cuando un paciente que tiembla o tiene un trastorno obsesivo se libera de su trastorno, no es necesariamente feliz. En otras palabras, uno debe desconfiar de toda suerte de reparación general de todos los síntomas».[13]

Varios debates nacionales y europeos sobre neurociencia ya han sido llevados a cabo por asociaciones calificadas, cuyas recomendaciones han quedado en letra muerta. La asociación Viv.Agora señala el «lado fascinante de la neurociencia»[14], y el profesor Sicard se sorprende «por la velocidad con la que la neurociencia surge no solo en las ciencias sociales, sino también en la vida cotidiana. Esta velocidad de transferencia está totalmente fuera de sintonía con la precaución de los propios neurocientíficos. Me sorprendió, por ejemplo, escuchar al Ministro de Educación Nacional[15] declarar que quería cambiar la enseñanza de idiomas en función de lo que aprendimos de las imágenes funcionales»[16]. Estábamos en el 2008, ¡recordémoslo!

El sintagma de H. Castanet «burocrático-científico»[17] nos ayuda aquí. Cuando Viv.Agora pregunta, «¿cómo se decidió invertir en NeuroSpin (51 millones de euros)?»[18], no se puede dejar de mencionar la creación, el año anterior, de este instituto dedicado a la investigación del cerebro, que materializa plenamente esta frase. Si los fondos son públicos, regionales, el funcionamiento de NeuroSpin es, sin embargo, el de una empresa. Así que estos intercambios ya parecen distorsionados incluso antes de que hayan comenzado, y los representantes de la sociedad civil, engañados. ¿No es hora de reanudar este debate?


*Fiori, R., « La loi du cœur du sujet neuroscientiste », La loi du cœur du sujet neuroscientiste (psychologuesfreudiens.org). Último acceso : 2023-01-19.

[1] Castanet H., Neurologie versus psychanalyse, Paris, Navarin, 2022, p.21.

[2] Lacan J., « Propos sur la causalité psychique », Écrits, Paris, Seuil, 1966.

[3] Lacan J., De la psychose paranoïaque dans ses rapports avec la personnalité (1932), Paris, Seuil, 1980.

[4] Lacan J. « Propos sur la causalité psychique », op. cit., p.171-172.

[5] Althusser L., Philosophie et philosophie spontanée des savants, Paris, Maspero, 1974.

[6] Lacan J. « Propos sur la causalité psychique », op. cit.

[7] Este reporte de 80 páginas comprende dos partes : 1/ Los desafíos de las ciencias y de las tecnologías ; 2/ Los meollos éticos, filosóficos, clínicos, psicológicos, sociales, jurídicos, económicos. Publicado por la oficina parlamentaria de evaluación de elecciones científicas y tecnológicas. https://www.assembleenationale.fr/13/cr-oecst/CR_Neurosciences.pdf

[8] « Cofinanciado por la CEA, el Consejo regional de Ile-de-France, el Consejo general de Essonne y la ANR, NeuroSpin sera puesto en explotación a partir del 1ero de enero de 2007 », Agencia nacional de investigación, « NeuroSpin : comprendre le cerveau par l’image », 2006, disponible en Internet.

[9] Ibid., p.22.

[10] El colectivo « Pas de 0 de conduit pour les enfants de 3 ans », disponible en Internet, recordado por la Sra. Marie-Agnès Bernardis, coordinadora de Meeting of Minds, Ciudad de las ciencias y de las industrias, « Exploration du cerveau, neurosciences : avancées scientifiques, enjeux éthiques », 26 de marzo de 2008, publicado por la oficina parlamentaria de evaluación de elecciones científicas y tecnológicas, p.76, https://www.assemblee-nationale.fr/13/croecst/CR_Neurosciences.pdf

[11] « Troubles des conduites par l’Inserm », folleto publicado por la asociación de Psicólogos Freudianos y la InterCoPsycho, 2 ediciones : 2006 y 2008.

[12] Intervención de Dorothée Benoit-Browaeys, delegada general de Viv.Agora, periodista científica, « Exploration du cerveau, neurosciences : avancées scientifiques, enjeux éthiques », op. cit., p.72.

[13] Ídem.

[14] Ídem.

[15] Xavier Darcos en esa fecha.

[16] Sicard D., « Exploration du cerveau, neurosciences : avancées scientifiques, enjeux éthiques », op. cit, p.65.

[17] Castanet H., op. cit., p.23.

[18] Intervención de Dorothée Benoit-Browaeys, « Exploration du cerveau, neurosciences : avancées scientifiques, enjeux éthiques », op. cit, p.73.

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