LA EXPERIENCIA DE UN ANÁLISIS[1]
Por Jacques-Alain Miller
Moscú, 2010/09/30
Este primer “Taller Lacan en Rusia” ha sido un evento mayor para el Campo freudiano y el psicoanálisis de orientación lacaniana. Ha sido iniciado por Jacques- Alain Miller. Estas imágenes de archivo fueron filmadas sin preparación con un celular.
Estamos en una sala muy bonita, una biblioteca. Ya es algo del pasado, una biblioteca. Habrá cada vez menos bibliotecas en el futuro, cada vez menos bibliotecas con libros de papel, de tinta sobre papel. En el fondo, una biblioteca es un templo del significante. Allí, el significante existe en forma material, visible, lo que conviene muy bien para hablar de psicoanálisis.
Por otra parte, en París, en mi consultorio de analista, tengo un muro lleno de libros. Pero el significante encuentra también formas más sutiles: con una computadora y conexión a Internet, podemos interrogar a todas las bibliotecas del mundo. Progresivamente, todos los libros del mundo serán accesibles en formato digital.
Además, transportamos también en nosotros mismos significantes y los revelamos cuando hablamos, cuando soñamos. Las formaciones del inconsciente son como la producción de libros.
Al mismo tiempo, una biblioteca, es un cementerio. Los libros son silenciosos, no hablan. Afortunadamente, por cierto. Imagínense un poco, cada uno de estos libros queriendo tomar la palabra, no nos escucharíamos más.
Una biblioteca no es lo mismo que un depósito de libros. En una biblioteca, hay un espacio dejado para los cuerpos, para que cuerpos vivos puedan venir. En cierto modo, alrededor, es la muerte, son significantes, pero muertos. Hay un espacio abierto para que lo habiten nuestros cuerpos aún vivos, nuestros cuerpos hablantes. Este es un otro modo del significante diferente del significante escrito. Nosotros, representamos el significante hablante, que es hablado. Acá, se trata del significante escrito.
Veamos simplemente como es esta sala. Está dividida en dos partes. Hay una escena, y luego los espectadores. Habitualmente, los que asisten a una conferencia duermen. Es una de las propiedades del significante hablado: el significante hablado hace dormir.
Es una de las dificultades del oficio del analista. Si no estamos formados como analista, el significante hablado por el paciente nos duerme, hace dormir al analista, incluso si lo que dice el paciente es palpitante. A veces el paciente se alegra de que el analista duerma, así puede decir cosas importantes con la seguridad de que el analista no lo registrará, pero no es la situación ideal.
La idea de un taller es no permitirles dormir, es obligarlos a estar despiertos, impedirles quedar hipnotizados. Un taller está hecho para molestarlos. Si pensaron que vinieron a dormir durante dos días, eso no va a ser posible. Quisiera hacer esto sin ser intrusivo, y, aun así, quisiera inquietarlos.
Cada uno de ustedes podrá ser llamado a tomar la palabra. Les pediremos que den un poquito de significantes en referencia a las contribuciones que once colegas han aceptado aportar. Fueron los primeros que aceptaron ser despertados. Es gracias a ellos, este taller es posible. Ellos aportan el contenido, revelando al público que somos, los acontecimientos de su análisis.
Así que les pido que los escuchen con la mayor atención porque les solicitaré luego sus preguntas y comentarios.
Este taller tiene como título “La experiencia de un análisis”.
¿Cómo hay que entender la palabra “experiencia”?
Está la experiencia de laboratorio. Está la experiencia que uno hace en la vida – no es la misma-. Pero hay algo en común a todo lo que llamamos «una experiencia». Hablamos de experiencia cuando esto no se imagina de antemano, cuando no se puede imaginar de antemano lo que va a suceder. Es decir, una experiencia es el presentimiento de un «happening» -se utiliza esta palabra inglesa para designar lo inesperado del acontecimiento-. Por supuesto, existe la expresión latina «experimentum mentis» -la experiencia en pensamiento»- que designa justamente el esfuerzo de imaginar de antemano. Pero lo que va contra el «experimentum mentis» es el «happening.»
Esta tarde tendremos un ejemplo con la exposición de Natalia Gomoyunova, quien explica cómo pensó planificar su análisis, y como ella lo escribe:
«Nada sucede como me lo imaginaba».
Eso, es la experiencia. Es cuando las cosas no pasan como las habíamos imaginado. Es lo que hace que digamos: «Es necesario hacer la experiencia». Entonces, cuando empleamos la palabra «experiencia», designamos siempre un agujero en el saber.
Lo que vamos a hacer y decir aquí no ha sido escrito ya en libro alguno de esta biblioteca, sólo estaría escrito en la biblioteca de Borges, la biblioteca infinita de todos los libros posibles e imaginables, que él llamó la biblioteca de Babel. A falta de esta biblioteca, como no existe, una experiencia siempre se refiere a una falta de saber, especialmente la experiencia de un análisis.
Vamos a escuchar relatos de análisis, relatos de algunos momentos en el análisis, cuando sucede alguna cosa. Pero siempre, entre líneas, eso reenvía a una falta, siempre remite a algo que no hay. Y es por eso que es una experiencia.
[1] Miller J.-A., L’expérience d’une analyse », (17) L’expérience d’une analyse. Jacques-Alain Miller. 30-09-2010. – YouTube. Último acceso: 2023-03-05.
Traducción: Maitena Bical de Zabaleta. Revisión: Silvia Vetrano, Susana Schaer. Corrección final: Daniela Proaño.

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