La Diferencia Autística – por Jean-Claude Maleval – 2022/03/16

LA DIFERENCIA AUTÍSTICA

Por Jean-Claude Maleval

2022-03-16


La diferencia autística[1] es una obra que propone una aproximación radicalmente diferente del autismo como una estructura subjetiva de otro orden que aquella de la neurosis o de la psicosis. Esta noción de estructura subjetiva es compatible con la diversidad sintomatológica del espectro del autismo a condición de reducir toda nosología a su prototipo puro anclado en el autismo de Kanner. La noción de estructura subjetiva da cuenta de que el autismo infantil puede evolucionar hacia un autismo socialmente invisible, pero implica que no se sale del autismo. El título de la obra hubiera podido ser “De la estructura autística”.

En los años 1990, una revolución se produce en la aproximación del autismo. Ella se debe a la publicación de algunos autistas de alto nivel tales como la australiana Donna Williams y la estadounidense Temple Grandin. La imagen del autismo dejó de ser representada como un trastorno mental gravísimo para asociarse más bien a una forma de genio atípico. Desconocido hasta entonces, el síndrome de Asperger se consideró como una forma atenuada del autismo de Kanner. Esta adhesión del síndrome de Asperger a aquel de Kanner sugería una existencia de un pasaje progresivo entre diversas formas de autismo, lo que fue ratificado más tarde cuando el DSM-5 introdujo la noción de espectro autista. Ahora bien, las formas clínicas de este espectro son tan variadas que la clínica cognitiva-conductual no logra cernirla, produciendo una expresión-comodín descriptiva que desborda al autismo en sí. De ahí mi tentativa de restaurar la tesis de Rosine y Robert Lefort de una estructura subjetiva específica diferente de la psicosis para dar cuenta de lo que existe de común y permanente en un sujeto que presenta una sintomatología evolutiva sobre el espectro del autismo.

La cura psicodinámica del eventual malestar autístico -del cual busco desprender las coordenadas- no pasa por una interpretación de las formaciones del inconsciente, ni por la búsqueda de un sentido escondido de los síntomas, sino por un sostenimiento -a menudo directo- de las funciones terapéuticas del borde. El borde -según la tesis de Éric Laurent, alrededor del goce sobre el borde- constituye la principal manera utilizada por el autista para defenderse contra aquello que Kanner nombraba como “el contacto afectivo”. El borde protector del autismo posee tres encarnaciones: el objeto autístico, el doble y el interés específico. La investidura del borde puede ser fuertemente estimulada por la inserción del sujeto autista en una relación transferencial con un psicoanalista. Sin embargo, ocurre que el desarrollo del borde se da en ocasión de otras formas de psicoterapia dinámica -sobre todo con terapias de juego- e incluso ocurre que ese desarrollo terapéutico del borde se produzca en el medio familiar -cuando los padres saben situar condiciones propicias-. El psicoanálisis está lejos de ser el único tratamiento posible del malestar autista. No obstante, parece ser indispensable hoy en día para comprender la vida afectiva del autista y la manera en la que esa vida afectiva comanda la especificidad de su cognición.

Hoy en día se difunden en Internet una supuesta aproximación psicoanalítica del autismo llevada por ciertas asociaciones de padres y retomada por ciertas autoridades de salud francesas, una supuesta aproximación psicoanalítica que es un verdadero espantajo. Los psicoanalistas culpabilizarían a los padres, afirmando que el autismo es una psicosis, no teniendo en cuenta la especificidad de la inteligencia autista y proponiendo tratamientos no validados.

Mi investigación se opone fuertemente a esas nociones. Los psicoanalistas ignoran la causa del autismo. No hay nada que justifique que se culpabilice a los padres. El psicoanálisis puede precisar hoy en día por qué el autismo no es una psicosis. Toma en cuenta ciertos aportes de las ciencias cognitivas y propone una terapia -no del autismo-, sino de un eventual malestar autístico -una terapia de la cual muchos testimonian su eficiencia-.

La alta autoridad de salud no escondía en el 2012 que los métodos que recomendaba para el tratamiento de los autistas no estaban validados científicamente. Los trabajos posteriores establecen hoy claramente que los resultados del método ABA -el más difundido en las redes sociales- no solamente son pobres, sino que se acompañan con frecuencia de efectos secundarios nefastos que generan numerosos estados de estrés postraumático. Muchos autistas de alto nivel manifiestan su oposición a los métodos conductistas en razón de la violencia que son inherentes a estos métodos.

A todos los que trabajan con autistas, intento transmitirles la idea de que no es suficiente con nutrir su inteligencia específica para que puedan evolucionar y volverse independientes. Para eso es necesario por sobre todas las cosas tomar en cuenta la especificidad de su vida afectiva. Ésta es desconocida para la mayoría de los abordajes contemporáneos. ¿Por qué muchos autistas testimonian -como Donna Williams- que la expresión de gentileza, de afección o de simpatía hacia ellos es lo que les provoca mayor aprensión? Ciertos llegan a decir que hay que cesar de amarlos ya que esto les es insoportable. ¿Por qué se afirma -como Donna Williams- que el acto de dar regañinas durante mucho tiempo les es totalmente extraño?

Trato de responder a estas preguntas esenciales, totalmente ignoradas por los abordajes cognitivos que desconocen la importancia de las defensas frente a estos fenómenos irracionales, como la angustia. Por supuesto, todos los autistas no están angustiados. Lo mismo sucede con los neuróticos o los psicóticos, ya que cada estructura subjetiva posee sus modos de estabilización. Sin embargo, en las formas severas de autismo, cuando el sujeto logra expresarse, todos testimonian que la angustia tiene un lugar mayor y que protegerse de ésta constituye su preocupación principal. ¿Cómo logran protegerse más o menos de ésta para construirse como sujetos? Tales son las preguntas que corren a lo largo de todo este trabajo sobre La diferencia autística.  


[1] Recuperado de: (5) Jean-Claude MALEVAL : présentation de son livre *La différence autistique* – préface de J.-A. MILLER – YouTube. Último acceso: 2022-03-16.

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