Lo Cómico del Falo – por Geneniève Valentin – 2025/11/09

LO CÓMICO DEL FALO

Por Geneviève Valentin

2025/11/09


El falo […] es la esencia de lo cómico.

El falo […] es un cómico como todos los comediantes,

es un cómico triste.[1]

Lacan indica que el falo, en cuanto da cuerpo a lo imaginario, está en el corazón mismo de la lógica de lo cómico. Como recordatorio, es a través de su elisión del campo de lo imaginario que Lacan le da al falo su estatus como significante de la falta-en-ser que inter-dice el  goce. Este falo significante permite y regula simultáneamente el goce a través de la castración. El goce, del que cada uno recupera lamidas en su pequeño escenario fantasmático, está siempre en el horizonte como un punto de ideal, un punto «que llamamos como podemos, el falo», enfatiza Lacan.

Imagen reina

Jacques-Alain Miller, por su parte, describe el falo como la imagen de la reina. Esta imagen ideal, que tiene la particularidad de no reducir lo imaginario a lo especular, es a la vez un agente de lo visible, bajo el vaivén de la mirada, un efecto del significante, y coordinada con el goce a través del efecto del fantasma: «las imágenes reinas son el lugar donde lo imaginario se ancla al goce».[2] En la experiencia analítica, siempre es una cuestión de lo que se dice al respecto. Todo fantasma es fálico y cada uno de los sexos se preocupa por el rechazo de la feminidad, dedicándose a ser o tener el falo, convirtiéndose en el actor de su propio ideal, viril o femenino. Las lógicas del semblante femenino y masculino se inscriben como consecuencias del falo, que es la causa y el obstáculo de la imposibilidad de escribir sobre la relación entre los sexos.

Semblante

En la cura, lo cómico puede surgir de una escena donde aparece el personaje esquivo de la pantomima fálica, donde lo imaginario del pavoneo establece un orden armónico. La escena es subversiva en el sentido de que resalta el valor del semblante del pavoneo y sus atributos que protegen sus activos o que son máscaras de la falta. El valor cómico nace de lo que nos asusta y deslumbra, de la pretensión inútil de lo que el ser hablante cree ser o tener en relación con el Otro sexo.

El pavoneo, que es una imagen que fija al sujeto sosteniendo su escenario de goce, se revela en lo cómico como un semblante de ser, como menos phi (- φ) de castración.

Semidiós

Fulano de tal, que cultiva su presencia viril y atlética, es el favorito de sus damas. No oculta que se siente halagado. No tiene problemas para ligar, hasta el momento en que la relación sexual lo enfrenta con la impotencia con una de sus parejas. Durante una sesión, el comediante emerge de una escena que lo lleva a confesar su creencia de que era «un semidiós» para su madre. De hecho, es la dimensión cómica la que comienza y participa en el desapego de la ilusión de ser el falo, abriendo el camino al deseo de una mujer. Es siempre en el lenguaje, en lo decible, donde aparece la imagen visible de la comedia fálica.


*Valentin G., Le comique du phallus – L’HEBDO-BLOG

[1] Lacan J., El Seminario, libro XXII, R.S.I., lección del 11 de marzo de 1975. Inédito.

[2] Miller J.-A., « L’image reine », La Cause du désir, n° 94, 2016, p. 23.

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