Amor de Aplicación de Citas – por Liza Chatzilouka – 2025/05/02

AMOR DE APLICACIÓN DE CITAS

Por Liza Chatzilouka

2025/05/02


Numerosas aplicaciones de citas aparecen continuamente en diversas formas, cada vez más especializadas. ¿Qué vacío pretende llenar este nuevo dispositivo tecnológico? Uno puede buscar el amor o el sexo en algunas, mientras que otras aplicaciones, con espíritu feminista, permiten que solo las mujeres envíen la primera solicitud o señal de interés. Esta variedad promete… ¡prácticamente todo! El amor se ha convertido en un mercado en el que se promete el acceso a cualquier cosa, perturbando, reduciendo o incluso aboliendo la función del fantasma.

En la época victoriana de Freud, la sexualidad reprimida se consideraba la razón de la producción de los síntomas. ¿Qué pasa hoy, cuando no sólo se ha levantado esta condición cultural, sino que la sexualidad está ahora en primer plano? El acceso al sexo y a la pornografía no sólo ya no tiene obstáculos, sino que es algo casi impuesto. Como subraya Jacques-Alain Miller, «en la era tecnológica, la cópula ya no se limita al ámbito privado, alimentando los fantasmas de cada uno de nosotros, ahora se ha integrado en el campo de la representación y ha pasado a una escala masiva».[1]

Las aplicaciones de citas vienen a resolver esto al proporcionar escenarios listos para usar y sin refinar para el consumo masivo, adaptados como están al discurso cultural contemporáneo. Estos artilugios facilitan el acceso no solo al sexo, sino también a casi cualquier tipo de perversión o deseo perverso (ya sea derivado de la carencia o no), incluso a la perspectiva del amor, el matrimonio y la familia. El mercado del amor, como tal, hace que el objeto esté presente en lugar de perderse y, para algunos, esto significa que han encontrado algún tipo de partener.

Sin embargo, la presencia del objeto también puede causar perplejidad o pérdida de interés en otros, y el fracaso de la investidura del otro, ya que cualquier amante es ahora accesible en este extraño mercado, en el que la carencia no tiene un lugar.

Ostensiblemente, nadie necesita permanecer a merced de un encuentro casual. Los filtros permiten la elección de los amantes «listos para ordenar»: varios tipos de criterios sirven para la selección o exclusión de parejas. Filtros que operan como un intento de restringir la contingencia y controlar el encuentro con el Otro.

Sin embargo, esta práctica todavía no logra abolir el régimen aleatorio, incidental y contingente de un encuentro. Por mucho que las aplicaciones de citas parezcan un intento de emparejamiento bien considerado, la contingencia del encuentro siempre estará presente cada vez que no logremos acercarnos al ser del otro. Dado que este encuentro cae bajo el régimen de lo real, uno sólo puede llegar al ser del otro a través del fantasma, como señala Lacan[2]. Esta contingencia se mantiene, independientemente de cuántos filtros se apliquen.

El fantasma fundamental era un medio para hacer frente a la ausencia de relación sexual, pero ahora ha sido reemplazada por otro fantasma. Puesto que el amor puede parecer ahora redimible, la castración y la carencia pueden dejar de ser su resorte principal.


*Chatzilouka L., NLS-Congress 2025 — Dating App’ Love

[1] Miller J.-A., «The unconscious and the speaking body», The Lacanian Review 12, 2015, p. 4.

[2] Lacan J., El Seminario, libro VIII, La transferencia, texto establecido por J.-A. Miller, Buenos Aires, Paidós, 2008, p. 198.

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