UN AMOR MÁS DIGNO
Por Dossia Avdelidi
2025/04/01
Siguiendo la indicación de Lacan de que «lo imaginario no es el camino más recomendable para encontrar la regla del juego del amor»[1], podemos preguntarnos en qué condiciones un amor puede ser más digno. Como menciona Patricia Bosquin-Caroz en su argumento hacia el Congreso: en su «Nota italiana», Lacan expresó el deseo, a propósito del psicoanálisis, de «aumentar los recursos gracias a los cuales esta desafortunada relación, lograríamos prescindir de ella para hacer el amor más digno que la abundancia del parloteo que constituye hasta el día de hoy».[2] Así, sería un amor que se purificaría de la dimensión de lo imaginario, que habría asumido la dimensión del límite que existe en todo amor, y que habría aceptado que, aunque el amor supliera la ausencia de relación sexual, no puede existir sin un cierto saber de esta imposibilidad.
El amor es contingente, es decir, es un encuentro, «el encuentro en la pareja de los síntomas, de los afectos, de todo lo que marca la huella de su exilio, no como sujeto sino como hablante, de su exilio de la relación sexual»[3], afirma Lacan. Si la completitud nunca está ahí, la contingencia siempre está ahí. Si el amor es un encuentro, es un encuentro con el síntoma de la pareja, es decir, con su goce. Es el encuentro de dos singularidades irreductibles.
Jacques-Alain Miller, comentando la definición de Lacan, afirma que «El contingente de lo que cesa de no escribirse es en cierto modo prueba y aparece bajo estas dos especies esenciales: el encuentro con el goce y el encuentro con el Otro, que podemos abreviar bajo el término amor».[4]
No hay relación sexual significa que el partenaire del sujeto es el objeto pequeño a. El partenaire esencial del sujeto es su plus-de-goce, es algo de su propio goce. «De ahí la pregunta sobre la elección, en cada persona, de su partenaire sexual. ¡Y bien! El partenaire sexual nunca seduce excepto por la forma en que él mismo se acomoda a las no-relación sexual. No se seduce jamás sino por su síntoma»[5], dice Miller.
Por eso Lacan decía en el Seminario XX que lo que provoca el amor es el encuentro en el partenaire de lo que marca su exilio de la relación sexual. J.-A. Miller lo llama una nueva doctrina del amor que pasa no sólo por el narcisismo, sino también por la existencia del inconsciente.
Lo que nos lleva al vínculo entre el saber y el amor: «el saber […] tiene la mayor conexión con el amor. Todo amor se sustenta en una cierta relación entre dos saberes inconscientes»[6], precisa Lacan.
En este sentido, un amor más digno sería un amor que se dirige al saber inconsciente. Es importante destacar la forma en que Lacan cierra el Seminario Los no incautos yerran: «El que no está enamorado de su inconsciente yerra».[7] En este Seminario, sostiene que el amor «es la conexión entre dos saberes inconscientes en la medida en que son irremediablemente distintos. Cuando eso sucede, hace algo bastante privilegiado»[8], dice. ¡Un amor más digno, podría decirse!
*Avdelidi D., NLS-Congress 2025 — Un amour plus digne
[1] Lacan J., El Seminario, libro XXI, Les non-dupes errent, lección del 12 de marzo de 1974. Inédito.
[2] Lacan J., “Nota italiana”, Otros escritos, Buenos Aires, Paidós, 2021, p. 331.
[3] Lacan J., El Seminario, libro XX, Aún, texto establecido por J.-A. Miller, Buenos Aires, Paidós, 2016, p. 175.
[4] Miller J-A, « La théorie du partenaire », Quarto #77, version cd-rom, p. 5.
[5] Ibíd., p. 13.
[6] Lacan J., “Nota italiana”, Otros escritos, op. cit., p. 174.
[7] Lacan J., El Seminario, libro XXI, Les non-dupes errent, lección del 11 de junio de 1974. Inédito.
[8] Lacan J., El Seminario, libro XXI, Les non-dupes errent, lección del 18 de enero de 1974. Inédito.
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