¡UN MOMENO EN EL QUE HABLAR ES IMPERIOSO!
Por Jean-Louis Morizot
2025/01/26
Está la urgencia de la respuesta y la urgencia como tratamiento de lo que no puede esperar, aunque sea una respuesta inconclusa.
En una primera acepción, la urgencia es la modalidad temporal que responde, para un sujeto, a la irrupción de un traumatismo. El tiempo apremia para producir una respuesta que enmascare el encuentro de un real, de una irrupción del goce que ha surgido, fuera del significación, fuera de lo simbólico, fuera de la imagen que vendría a dar sentido.
Para un sujeto, lo que es de su ser, como a, ¡se encuentra con que no puede decirse!
Hay una urgenci de hablar, de decir la palabra que elimine la perplejidad ansiosa del sujeto que acompaña a la desrealización del mundo. Para un sujeto, en análisis o no, la transferencia a la persona del analista o a otro que es al menos un poco Otro puede responderle.
Por ejemplo, esta joven que vuelve a consultar después de años de ausencia, porque el modus vivendi que había desarrollado para sí misma acaba de colapsar. Su pareja, por el corazón -muy poco- y por el sexo, la abandona. Se encuentra desvitalizada, perpleja, ya preocupada por considerar la posibilidad de encontrar una nueva pareja. Esto es lo difícil para ella; permanece sola, aunque en un vínculo de transferencia con su analista.
Este último, aunque animado por el deseo de ayudarle, llega a pensar, cuando lo descubre, que su soledad es su sinthome. Es urgente no ayudarlo a encontrar una nueva pareja, esta carencia real se viste así con el nombre de «falta de pareja». Esto no impide que sigamos recibiéndola con los desarrollos que dará de este momento de desconexión de toda una cadena significante.
Lacan escribió: » Por lo menos ahora podemos contentarnos con que mientras dure un rastro de lo que hemos instaurado, habrá psicoanalista para responder a ciertas urgencias subjetivas».[1]
Se trata de responder al punto mismo -el momento estructural o kairós de urgencia- en el que surge una urgencia, una urgencia de decir, de confesar lo inefable del propio ser por un sujeto.[2]
El tiempo lógico corre bajo el tiempo cronológico; se trata, entonces, de identificar los significantes de la transferencia que articulan esta ruptura, la huella inefable del sujeto en la secuencia de significantes o la fuga metonímica del sentido.
«Nada creado que no aparezca en la urgencia, nada en la urgencia que no engendre su rebasamiento en la palabra.»[3]
*Morizot J.-L., Un moment où parler est impérieux ! – L’HEBDO-BLOG
[1] Lacan J., “Del sujeto por fin cuestionado”, Escritos, tomo 1, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2018, p. 229.
[2] Cfr. « L’urgence subjective, deux questions à Éric Zuliani », L’Hebdo-Blog, n°103, 23 abril de 2017.
[3] Lacan J., “Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis”, Escritos, tomo 1, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2018, p. 235.
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