JOULJUGAR EN UN TALLER
Por Fernanda Turbat
2025/01/17
¿Cómo, en el contexto de un taller de Camino de vida en la asociación parADOxes, la construcción de un juego puede permitir a un joven sujeto involucrarse de manera diferente en su relación con el lenguaje? ¿Cómo va a poner su apuesta en ello, cómo va a ser capaz de combinar su «jouljuego»,[1] para usar el neologismo de Lacan?
Estos talleres individuales de escritura se desarrollan en tres etapas con la propuesta de producir un objeto: un dibujo, un texto escrito o un juego. La creación de este objeto orienta los encuentros y hace que el intercambio sea más flexible para aquellos que no pueden hablar de sí mismos al principio.
Construir con el apoyo de nuestra presencia invita al joven a hablar de sí mismo, de lo que ama, de su deseo. De este modo, la palabra puede surgir vinculando el objeto y el deseo con la presencia de la persona que dirige el taller. Esto es lo que le pasó a Charles, de 13 años. El juego que ha inventado toma cada vez más forma, y la palabra se libera según las hojas y los materiales que recorta, corta, pega, para agrandarla, siguiendo su lógica inconsciente hasta «dar a luz al sujeto a la realidad y al deseo».[2]
Solo «jouljeu» en singular
La orientación de la enseñanza de Lacan incluye la dimensión del juego con el lenguaje presente en nuestros talleres. Tomemos como ejemplo esta referencia de Lacan sobre el juego:
«Muy bien. Entonces, si no estoy deambulando, y no miro, ¿cómo es el juego que me guía jugando?
Ese es un verbo, «jouljugar»:
– Tú jouljuegas,
«Sigue, se mantiene a la altura de él Jouljuega.
– Y entonces flota: nosotros jouljugamos, o el verbo «jouljugar», no puede sostenerse.
Demuestra que sólo jouljuega en singular. En plural, es dudoso, no se puede ‘conjugar’ en plural, el jouljuego».[3]
Al comienzo de nuestra reunión, Charles me preguntó si estaba de acuerdo con que construyéramos un juego. A continuación, traza un camino delimitado por cajas en las que incluye elementos que le importan: esta es su manera de combinar su jouljuego. En algunos escribe un número, en otros dibuja flores, un sol, una nube. Finalmente, anotó en algunos de ellos lo que llamó «los acontecimientos de su vida» y terminó su construcción con una escuadra inicial y una escuadra final. Luego, se toma el tiempo para conectar los que considera más importantes por puentes. A continuación, subrayo los puentes que ha tendido de una reunión a otra, ya que esta construcción se hizo en tres etapas.
La constitución de un juego puede tener la función de un elemento heterogéneo en la cadena significante, un elemento del registro de lo imaginario que emerge cuando faltan las palabras. Así, para Charles, el juego, al igual que los sueños, se ha convertido en un espacio de invención donde «dar forma al mundo»[4] jugando con el lenguaje.
Combinando el jouljuego en singular, Charles fue capaz de establecer vínculos, enunciar la emergencia de un punto de real y operar desplazamientos involucrando su cuerpo, volviendo a ponerse en movimiento. El taller le permitió dar forma a su propio discurso y le dio el deseo de seguir hablando.
*Turbat F., Jouljouer dans un atelier – JIE8 – Rêves et fantasmes chez l’enfant
[1] Lacan J., El Seminario, libro XXI, Les non-dupes errent, lección del 19 de febrero de 1974. Inédito.
[2] Roy D., Sueños y Fantasmas en los Niños – por Daniel Roy – 2023/03/18 – PSICOANÁLISIS LACANIANO
[3] Lacan J., El Seminario, libro XXI, Les non-dupes errent, op. cit.
[4] Terrier A., Construirse un Mundo – por Angèle Terrier – 2024/07/12 – PSICOANÁLISIS LACANIANO
Deja un comentario