PSICOANÁLISIS LACANIANO

NO HAY ACTO FUERA DE LAS COORDENADAS SIGNIFICANTES

Por Francesca Biagi-Chai

2025-01-12

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«Nada es más humano que el crimen»[1]. No hay más marca biométrica, como pretendía Lombroso, como identidad cromosómica, como diría el sueño científico del conocimiento del hombre: es la ley la que hace el crimen, ésta está atrapada en la ley simbólica que instituye el significante. El ser humano es responsable de la ley moral que define el bien y el mal, y el psicoanálisis, a través de los descubrimientos lacanianos, ha permitido identificar un más allá del bien y del mal: lo real y su coerción. Esta coerción no depende de ninguna evidencia significativa, sino del significante, de su incorporación, de su inserción o no que ha tenido sobre el cuerpo. Si a veces las motivaciones parecen ser comúnmente accesibles al sentido, más a menudo se trata de crímenes incomprensibles frente a los cuales el público angustiado cuestiona constantemente a los expertos. El delito es una cuestión de coyuntura precisamente porque es humano, y por la misma razón, puede imponerse como una necesidad cuando el sujeto no ha podido resistir la coacción que lo empuja. Se produce entonces un cambio en el momento en que el sujeto se libera de la palabra, precipita en el acto que lo separa del Otro, convirtiéndose él mismo en instrumento de este acto. Es en este pasaje donde podemos captar cómo todo crimen es suicidio del sujeto[2]. Si el pasaje al acto es una cuestión del momento, incluso el más desmotivado tiene coordenadas significantes que lo preceden y constituyen la razón. Habrá que redescubrir una lógica poco conocida. No se trata tanto de preguntar al criminal por la motivación profunda de su acto, que ahora es buscada y perseguida en vano, como de encontrarla en lo que podría ser un «diálogo experto» o una «clínica de la experticia». Este es el sentido que le da Lacan en su obra «Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en criminología». Esta clínica contribuye a definir la noción misma de responsabilidad, es decir, el vínculo del sujeto con el constreñimiento que lo domina. Así, se trata de afirmar que, en materia de criminalidad, la singularidad del goce del inconsciente lacaniano concebido como parlêtre, va más allá de la psicopatología.

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*Biagi-Chai F., Il n’y a pas d’acte hors coordonnées signifiantes – L’HEBDO-BLOG

[1] Cfr. Miller J.-A., « Rien n’est plus humain que le crime », Mental, n°21, septiembre 2008, p. 7-13.

[2] Cfr. Miller J.-A., « Jacques Lacan : remarques sur son concept de passage à l’acte », Mental, n°17, abril 2006, p. 21.