FRASES QUE MARCAN Y ADICCIÓN AL CHEMSEX
Por Pierre Bonny
2024-09-08
El término chemsex apareció a finales de los años noventa y se refiere al uso sexual de drogas. Los principales efectos de los productos relacionados con el chemsex[1] son el aumento de la resistencia y la excitación, la desinhibición, pero también los efectos ansiolíticos y contradepresivos.
Clínica Chemsex
Esta adicción en particular presenta ciertas especificidades clínicas: 1) el chemsex puede entenderse como la búsqueda del máximo goce del cuerpo, en respuesta a una experiencia de mortificación; 2) esta búsqueda parece estar localizada específicamente en el órgano masculino, con la perspectiva de mantener la tumescencia casi indefinidamente, o, por el contrario, de neutralizarla en el propio cuerpo adoptando una posición pasiva y de intromisión del pene de múltiples partenaires; 3) Tal destino del goce debe concebirse como atrapado en un sistema de compensación libidinal de la satisfacción.
Esto nos lleva a considerar el goce ligado al chemsex con referencia a la interpretación que el sujeto puede hacer del lugar que ocupa el falo en el deseo materno, que condiciona la asunción de la posesión viril en el hombre[2]. Entre los posibles enfoques que tienen en cuenta la estructura, veamos el enfoque de Freud sobre la escisión del fetichista frente a la castración[3]. En ella, una versión del falo que desempeña su papel por sí sola lleva al sujeto a cambios brutales, que van desde la pura negatividad hasta la búsqueda de un falo positivizado que lo obture[4]. Este surgimiento del fetiche negro, que manifiesta el predominio de un goce que no condesciende al deseo, se manifiesta como separado del amor según la bipartición freudiana de la corriente tierna y la corriente sensual. Pero no anula la instancia del amor en el inconsciente.
Extensión del dominio de goce
Yann B. ubica así el comienzo de su adicción al chemsex después de un «epifanía» tras una frase pronunciada por su madre. En este período de su vida, Yann B. estaba profundamente deprimido por el hecho de que Marcel, su pareja, tuviera cáncer: este último se retiró al silencio mientras la enfermedad se imponía. Buscando una vía de escape en las relaciones sexuales bajo drogas, Yann B. conoce a un partenaire de goce con la que imagina una posible relación. Al pedirle consejo a su madre, ella le dijo que Marcel, que estaba enfermo, «ya no podía traerle nada», y que este hombre de paso, aunque preocupante como lo describe Yann B. en su relato, «es la vida»[5]. A partir de entonces, su práctica de drogadicción sustituyó a la relación sentimental: Yann B. abandonó definitivamente a la persona que amaba y tuvo una serie de parejas bajo la influencia del Chemsex.
Una frase que marca de la madre, según la interpretación que hizo de ella el sujeto, los efectos de su goce de esta tardarán un tiempo considerable en disminuir: la adicción se detendrá después de varios años de pérdida y un desbordamiento de disgusto.
La satisfacción de la palabra
Jacques-Alain Miller indica que, «con la droga, la posición subjetiva está […] implicada. […] Todo el problema es conseguir que el sujeto dé un sentido, y en particular el sentido sexual a su adicción»[6]. Es una brújula para la práctica clínica con pacientes adictos, presuponiendo una movilización de la palabra, porque tiene el poder de redistribuir el goce y, por lo tanto, de reorganizar las elecciones hechas por el sujeto. J.-A. Miller pregunta entonces: «¿No se ha rastreado siempre el acceso al goce de las drogas por lo que ha llegado a él a través de la palabra? En su punto de origen, ¿la elección de la droga no ha estado siempre condicionada por el significante?[7] »
En un momento en el que la falta de «motivación» de los pacientes dependientes lleva a algunos terapeutas a hacer de la estimulación transcraneal el único tratamiento posible[8], J.-A. Miller nos recuerda que la fuerza motriz detrás de las drogas no es otra que la satisfacción libidinal. Sin embargo, la palabra puede tener un asidero en este nivel, ya que es en sí misma una fuente de satisfacción.
*Bonny P., Phrase marquante et addiction au chemsex – L’HEBDO-BLOG
[1] Cessa, D. 2021. Factores de riesgo adictológicos en el cuadro del Chemsex: resultados del estudio nacional en línea Sea, Sex and Chems. https://dumas.ccsd.cnrs.fr/dumas-03432393/document
[2] Cfr. Lacan J., El Seminario, libro IV, La relación de objeto, Buenos Aires, Paidós, 2013.
[3] Cfr. Freud S., “Fetichismo”, Obras completas, tomo XXI, Buenos Aires, Amorrortu, 2003.
[4] Cf. Miller J.-A., « Sur le Gide de Lacan », La Cause freudienne, n°25, octubre 1993, pp. 7-38. Cfr. igualmente Sauvagnat F., « Note sur les rapports actuels entre la psychanalyse et le champ des études gay », Ornicar ?, n°51, enero 2004, pp. 287-319.
[5] Yann B., Ma vie en poudre. L’addiction au chemsex, París, L’Harmattan, 2022.
[6] Miller J.-A., « La drogue de la parole », Accès à la psychanalyse, n°15, septiembre 2023, p. 21.
[7] Ibíd., p. 22.
[8] Malandain L. & al., « First Case Report of tDCS Efficacy in Severe Chemsex Addiction », Dialogues in Clinical Neuroscience, vol. 22, n°3, 2020, pp. 295-297.
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