LOS AVATARES DEL SER
Por Sylvie Berkane-Goumet
2023-05-22
«Ni tú sin mí ni yo sin ti»[1]. Este verso, tomado de un poema cortés, narra la dependencia del yo al otro en la relación amorosa y, más allá de la pareja, la dependencia del yo al Otro.
Yo y el otro
De hecho, el yo es como una cáscara vacía que se puede llenar con uno u otro, indiferentemente. Esta es la razón por la cual el yo plantea infaltablemente la cuestión del ser, supone ser reconocido por el Otro. Ahora, debido a que el sujeto dividido se define por su carencia de ser, está en falla con la identidad, y buscará en el campo del Otro una identificación que se supone que le dé una consistencia de ser. Es, por tanto, en esta perspectiva, una recuperación significante que arrime el ser de uno al Otro y regule la relación con cada uno, bajo el modo de binariedad, complementariedad más o menos apaciguada. A partir del binomio hombre/mujer, otros se declinan: padre/hijo, creyente/ateo, aliado/enemigo, etc. Ciertamente, el yo, en su toma imaginaria, es una fuente de desconocimiento: «es decir, que por el yo el sujeto se piensa a sí mismo, se ve a sí mismo, se cree diferente de lo que es»[2]. Pero, mientras el Otro, encarnado por el Nombre-del-Padre, ordenaba simbólicamente la relación de uno al otro, el sujeto podía encontrar un cierto asiento identificatorio, a condición de que ignorara el inconsciente que lo hace extraño a sí mismo e ignorara lo real del goce. Así es como la inconsistencia actual del Otro puede tener un efecto de delicuescencia en las identificaciones.
Yo sin Otro
Consecuencia de la caída del Nombre-del-Padre: la desvinculación de binarios abre la confrontación de singularidades no coincidentes que reclaman la afirmación de una identidad específica del ser. La multiplicación de género (LGBTQIA+) es un ejemplo paradigmático: construye un universal subdividido en categorías, que rompe con el binarismo hombre/mujer. Las identificaciones que declinan de ella se basan en una afirmación significativa: «Yo soy x». Esta extensión del campo de posibilidades es parte del modo de lo ilimitado, pretende reducir, para cada uno, la brecha, la discordancia entre el yo y el ser. Pero lo imaginario y lo simbólico no son suficientes para explicar la singularidad de los seres hablantes.
Más allá del yo, lo real
Jacques-Alain Miller[3] relativiza esta búsqueda ontológica que compete de la ficción, la verdad mentirosa, porque hay otra cara de la recuperación significante: la identificación enmascara el goce siempre en marcha, a través del objeto a, que no se puede perder ya que no se deja ser negativizado. El carácter constante e insistente de este goce da las coordenadas singulares del parlêtre, indica cómo toma forma en el mundo y las modalidades de su relación con los demás.
Así, bajo la prenda fálica, que enmascara, obtura la falla del sujeto, pero que también es una modalidad de defensa contra el goce invasivo, está lo real del goce que agita los cuerpos. El neologismo de Lacan goser[4] señala lo que hace el ser de cada uno; nos reenvía, no a la consciencia de sí, sino al goce del cuerpo, del cual podemos deducir que el Otro del parlêtre que arrima su ser, es el cuerpo ordenado por su propio goce. Esto significa que ninguna identificación puede satisfacer la pulsión, excepto al correlacionar el ser y el goce y no el ser y lo simbólico. Pero eso es todo el trayecto de un análisis.
Berkane-Goumet S., Les avatars de l’être – L’HEBDO-BLOG. Último acceso : 2023-05-22.
[1] Cf. Marie de France, « Lai du chèvrefeuille », Poésies de Marie de France, texte établi par J.-B-B. de Roquefort, Paris, Chasseriau, 1820, p. 395. Disponible en internet : https://fr.wikisource.org/wiki/Po%C3%A9sies_de_Marie_de_France_(Roquefort)/Lai_du_Ch%C3%A8vrefeuille
[2] Miller J.-A., Donc, Buenos Aires, Paidós, 2011, p. 115
[3] Cfr. Miller J.-A., El ser y el Uno, enseñanza pronunciada en el departamento de Psicoanálisis de la Universidad París 8, curso del 25 de mayo de 2011, inédito.
[4] Cfr. Lacan J., “La tercera”, En los confines del Seminario, seguido de La tercera y de Teoría de lalengua, Buenos Aires, Paidós, 2022, p. 110.
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