EL DESEO TRANS
Por Vilma Coccoz
2023-03-10
Vilma Coccoz:
Agradezco a la Biblioteca del Campo Freudiano de Barcelona, a su directora actual Iolanda Ferreres, así como al director anterior, Francesc Vilá, por haber organizado este acto. También a Vicente Palomera, director de la colección de la ELP en la Editorial RBA por haber acogido la iniciativa de editar este volumen colectivo que recibió el impulso inicial de Jacques-Alain Miller; y también a los miembros de la ELP que fueron invitados a participar en él porque ya estaban investigando el tema. Iolanda Ferreres los ha nombrado a cada uno y les reitero mi agradecimiento. Todos ellos han hecho contribuciones esenciales para el esclarecimiento de este desorden, de lo que Jacques-Alain Miller nombra como “desorden en la guerra inmemorial de los sexos”.
El proyecto de publicación tomó forma en el año 2021 bautizado por Miller como “Año trans”. Entonces, ya se anticipaba el proyecto de ley que ha sido promulgado el pasado 17 de febrero. El titular del periódico La vanguardia de ese día reza así: “España legaliza el cambio de género a los 16 años”, y en letras más pequeñas, “En Europa solo Noruega y los Países Bajos tienen una ley trans a esa edad. La norma exime de permisos paternos y de informes médicos previos”.
Mi idea era dar a conocer el tratamiento desde la perspectiva del discurso analítico de orientación lacaniana confeccionando un documento con el espíritu Scilicet -que ya mencionó Francesc-, es decir cortando el mensaje: “Tú puedes saber lo que la ELP piensa sobre la cuestión trans” con el ánimo de participar en el debate público -que se anunciaba en ese momento muy fecundo-. Eso implicaba tomar en cuenta en la construcción del libro los tres ejes que distinguimos al precisar el anudamiento entre lo singular y lo colectivo que caracteriza nuestra práctica, es decir las dimensiones epistémica, clínica y política.
El texto de Miller “Dócil a lo trans” encabeza este abanico de trabajos ordenados en cuatro apartados. En él encontramos los hilos fundamentales para orientarnos en el huracán trans así como la invitación a los practicantes de ser dóciles a lo trans tomando el ejemplo de Freud quien, dócil a las histéricas, y en el marco del contexto ibseniano[1] -así lo nombra Lacan en el Seminario La ética– en el que germinó el descubrimiento de Freud supo ofrecerles una experiencia inédita de palabra a cada una.
En estos dos años, se han producido muchos acontecimientos que vuelven aún más complejos -si cabe- el panorama trans.
Me gustaría formular a los colegas una pregunta. Hace dos años hablábamos de «huracán trans», «pasión trans», «empuje a lo trans», «deseo trans». Hoy en día, ¿podríamos este fenómeno como un síntoma en la medida en que asistimos a auténtica colisión de discursos? -el más candente entre el activismo trans y el feminismo-. No solo se constata en el ámbito público, también en el marco familiar. Recientemente, en el marco de un control me fue presentado el caso de un joven trans que ilustra la tragedia de esta confrontación. Ella ha conseguido cambiar su nombre y ser reconocida como chico, orientando su labor social y sus estudios al activismo, pero no ha podido conseguirlo en el seno de su familia con quienes vive. Su madre, universitaria y activista TERF[2] se ha radicalizado ante la posibilidad de una intervención quirúrgica de su hijo quien odia su cuerpo y a quien los médicos le han indicado el abandono del binder.
Hace unos días en el cabildo de Gran Canaria se llevó a cabo un acto interdisciplinar para discutir sobre un aspecto cada vez más polémico: la presencia creciente de trans en el deporte femenino está produciendo -decían- una pérdida de interés y de patrocinadores. Algunos participantes se pronunciaban por la equidad abogando por una liga deportiva solo de mujeres. En este caso, se hace valer el sexo biológico como argumento esencial, pero no solo, también en las crecientes experiencias de de-transición, como la testimonia Sandra Mercado en su libro La estafa del transgenerismo con el propósito de desenmascarar, entre otros, la ideología homófoba -dice- del planteamiento queer, así como los negocios que se traman en las clínicas. Ella se reconoce homosexual habiendo vivido una infancia y una pubertad de violencia y maltrato y cifraba las esperanzas de felicidad en la transformación de su cuerpo odiado. Padece ahora de un cuerpo enfermo cuando, antes de la vaginoplastia, tenía uno sano. Señala la falta de sostén y orientación por parte del equipo de médicos y de profesionales psi que no le advirtieron sobre las consecuencias y los riesgos que comportaba esta intervención.
El día 24 de febrero se abrió el primer proceso legal contra la Seguridad Social en Galicia por un caso de DIR -disforia de inicio rápido-. La responsabilidad del error se achaca en gran parte al psicólogo, incapaz de haber podido distinguir el tipo de afección psíquica que presentaba la joven y que propició la demanda de transición.
Las asociaciones de padres pros y contra lo trans crecen y multiplican los medios con argumentos en un sentido u otro. Sobre todo, se difunden se difunden testimonios de lo que llamaría «certeza temprana», casos en que la vivencia de ser de otro sexo se afirma indubitable en la infancia. El caso paradigmático de Jan Morris en su libro Enigma ilustra muy bien el recorrido de una vivencia que data de los tres años hasta culminar en la operación de cambio de sexo.
El psicoanálisis comparte con la teoría de género la desnaturalización del sexo, pero toma en cuenta -más allá de la distinción «hombre-mujer»- la dimensión real más allá del género, del binarismo, pero a diferencia de los planteamientos feministas no invoca el límite de lo real biológico del sexo, sino de los diferentes modos de goce que se desprenden de una lógica subjetiva y donde se implica la discordancia entre las palabras y el cuerpo en su vida sexual.
Lacan hace surgir la dificultad estructural de este arreglo entre las palabras y el cuerpo al señalar la homofonía entre «sa vie sexuelle»[su vida sexual] y «sa vie est suée-elle » que alude a algo que aprieta o ajusta.
Una valoración clínica rigurosa de cada caso puede impedir las salidas precipitadas hacia el pasaje al acto o el acting-out a la vez que permiten sopesar las ventajas de un cambio de género en muchos casos de certezas tempranas.
Ante este panorama, nuestra orientación ofrece un salvamento del sujeto -en peligro de ser arrastrado forcluido por estas corrientes en pugna-, un lugar donde puede madurar su juicio más íntimo anudando su ser-para-la-muerte con su ser-para-el-sexo hasta llegar a la conclusión que le conviene a su dignidad. Hacemos nuestras las palabras de Lacan cuando afirma que “el psicoanálisis se volverá cada vez más útil de preservar en el movimiento cada vez más acelerado en el que entra nuestro mundo.”
Gracias.
[1] Lacan J., El Seminario, libro VII, La ética del psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 2007, p. 18.
[2] N.d.t.: TERF son las siglas de Trans Exclusionary Radical Feminist, Feminista Radical Trans Excluyente.
PSICOANÁLISIS LACANIANO 
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