El último libro de Jacques-Alain Miller, «Cómo terminan los análisis», aborda la cuestión de los finales de análisis. Durante la presentación de este libro para la librería de la ECF, Miller brindó una charla de casi cuatro horas. Realizó un analogon acerca la máquina de Turing, comentó opiniones sobre Mélenchon, recordó viejas anécdotas en relación con la vida de Lacan y sus contemporáneos. Finalmente, esta conversación cerró con una serie de preguntas alrededor de la recién publicada obra.
Ante una pregunta de Adriana Campos acerca de la articulación entre lo real y la demostración en el pase, Miller afirmó:
«[…] Lo que quisiera para el pase contemporáneo es que se dé más peso a la enunciación que al enunciado. Es muy complicado. No estoy seguro de que lleguemos a eso. Lógicamente debería ser eso. Lógicamente debe ser eso, pero evidentemente no se trata de lógica. En lógica, la enunciación es cero, la enunciación no cuenta en nada.[…]»
Una segunda pregunta de Stéphanie Haug situó la paradoja del final de análisis en referencia al texto freudiano de «Análisis terminable e interminable». J.-A. Miller respondió con una alusión al film «Terminator» y en un tono de buen humor situó lo que llamó el «hipo lacaniano» o el teorema «Haug-Miller».
Isabelle Magne interrogó acerca de la función del pasador y la toma de notas, a lo que J.-A. M. enfatizó que no se trata de enunciados, sino de la enunciación, siendo ésta retórica y no matemática.
Aurélie Flore Pascal planteó la pregunta acerca de la fijeza del objeto en relación con el atravesamiento del fantasma. Miller respondió con un ejemplo sobre una foto sobre una tortura china en la mirada de Georges Bataille y su costado masoquista. Anaëlle Lebovits-Quenehen comentó que también se lo podía ver a través de Pierre Romans, como una defensa contra un cierto sadismo.
En la quinta pregunta, Mikael Péok planteó si ha habido cambios en los momentos de pase en los últimos 40 años, a lo que Miller respondió que Lacan planteó que había pase o no lo había; que los «momentos de pase» eran una invención de sus alumnos. Añadió que él, Miller, abrió las puertas para que el pase sea efectuado en varias ocasiones debido a que los jurados se volvieron permutativos después de la muerte de Lacan. Relató elementos del pase de Francesca Biagi-Chai.
Sissy Rapti-Escurier planteó su pregunta acerca de si el trabajo de testimonio y transmisión del AE permitiría una elaboración de los rasgos neuróticos en la función del deseo del analista. Miller añadió que el final del análisis estaría teñido de una cierta homeostasis tras haberse desprendido del goce del más allá del principio del placer.
Agnès Vigué-Camus preguntó acerca del concepto de Escuela Una. Miller subrayó que no se trataba de mutualismo -como se decía en Brasil en el 2000-, sino de una investigación teórico-práctica común.